domingo, 19 de noviembre de 2006

Cuando llega el momento, hay que respirar profundo y soltar amarras...

 

Este tema de Charly García es especial porque manifiesta un sentimiento espiritual profundo, indulgencia y generosidad, planteando una actitud constructiva ante el dolor que nos producimos a veces los seres humanos. Además, en el CD "El aguante" lo canta con el flaco Sabina que le da un aire trascendente. Es muy significativo hoy para mí y me alegro de que Charly, una vez más, haya creado esto para todos.

 

Tu alma en el sur

 

Nunca mires hacia atrás
Aléjate de lo demás
Busca alguna solución
No me lastimes

Déjalo para después
Ya nos veremos otra vez
Busca alguna solución
No te delires

Fui tanto tiempo cargando esa cruz
Corriendo entre paredes, lejos de la luz
Yo soy tu amor
Vos sos mi alma en el sur
Tal vez no me necesites nunca
Tal vez no me necesites nunca
Tal vez no necesites cosas para ser más libre.

lunes, 13 de noviembre de 2006

Iré en silencio (Poesía III)

 

Iré en silencio

 

Iré en silencio hacia el lugar del encuentro de nuestras almas, si existe el silencio.

Iré, cargado de ilusiones y pesares, y quizá de temores y valentía.

 

Iré hacia el punto luminoso que no tengo y que no tienes,

hacia el punto que nuestras existencias reunidas alimentan,

como el fuego del hogar,

como la energía de los cuerpos capaces de amar.

 

Iré hacia esa estrella sin forma

que tú y yo sabemos,

ese núcleo incandescente que nos da calor y que existe

por nuestros delirios de universo infinito,

nuestros intentos de volar,

nuestras imágenes vivas que ambos compartimos en cada uno.

 

Voy hacia ahí, desde hace tiempo,

hacia el punto que ambos dibujamos

en misteriosas trayectorias estelares,

en un mundo que no contiene a más que dos,

que expulsa de sí a toda forma de la muerte.

 

Pero se mueve y nos conmueve,

es dinámico y transformador,

para sí y para nosotros

y es necesario mirar hacia delante con el corazón

y saltar hacia el abismo nuestro,

tuyo y mío,

para llegar hasta el fondo de ese pozo

que es la estrella más allá de este mundo subterráneo de siempre.

sábado, 4 de noviembre de 2006

Calle cerrada (Poesía II)

¿Serían tus palabras iguales,

tus sentimientos intensos y tu deseo profundo,

si yo fuera el que dices querer que sea,

si estuviera al alcance de tu mano?


¿Hablarías de mí y mi aventura,

tendrías motivos para un viaje,

si mi rutina encajara en la de todos,

si mis despedidas no fueran las que duelen?


¿Podrías juzgarme o animarme,

estaría abierto el temario de los otros,

si mi horizonte fuera siempre el mismo,

si las estrellas estuvieran siempre igual acomodadas?


Porque no recuerdo bien ciertas palabras,

no existieron las propuestas más sinceras,

ya no encuentro en mi memoria las verdades

que fueran capaces de aclararme lo que no es dado a imaginar.


©Pablo Rego

jueves, 2 de noviembre de 2006

Existencial


Mientras me pregunto quién soy


voy siendo eso que no sé si alguna vez


alcanzaré a comprender.


Pablo Rego
Creo que la poesía es un medio estético a través del cual pueden expresarse, además de sentimientos, sueños o ideales, pensamientos filosóficos, de manera que el juego de palabras, las pinceladas del idioma, den sentido a una idea reciclada de una mente humana. Escribí y clasifiqué como poemas filosóficos, dentro de "Jugados por el viento," algunos poemas como éste.

La punta del ovillo

Hay una punta de un ovillo que siempre acaba en el principio,
hay un hombre, un cuerpo solo, una alma que se confunde, que está buscando.

Hay una trampa al final de cada día, y cuando la luz crece y se hace infinita,
se acaba todo y comienza otra vez la nada.

Hay un punta de un ovillo y un abismo sin construir
y hay sentidos y hay caminos y hay engaños para vivir.

Hay un ovillo de hilo negro que comienza en el principio,
y hay un fin en perseguirlo, hay un final en la partida,
hay un hombre que regresa hacia su historia, que aprende, que se recrea.

Son dos, son miles, millones de intentos.
Regresar a donde no hay donde.
No existen puentes, no existen puertas para salir.

Hay dos estados, hay dos verdades y hay un tiempo que nos condena.
Está el durante, está el olvido y está el espacio que nos rodea
y nada hay que nos sosiegue, y nada hay que nos contenga.
Estamos fuera de toda ausencia y siempre dentro de un juego cierto.

Hay un mañana que nos imponen, nos imponemos un intercambio,
estamos solos, pero entre todos, estamos libres para atarnos.
Tenemos el proyecto de la muerte y nos odiamos.

Somos muy poco en el infinito, vamos sin rumbo hacia la nada
y no entendemos ni lo queremos y no sabemos si lo ignoramos.

Hay otra punta, la más oscura.
Hay otro ovillo con otras formas y otros colores que nada importan.

Hay un extremo y hay un descuido, una medida sin el cálculo debido.
Y hay un cúmulo de tiempo enredado en los momentos
que regresan etéreos y poderosos, silenciosos y divinos.

Y hay amaneceres, delicias, banquetes,
olores sobre la piel, azahares y jazmines.

Hay sonrisas, arroyos, flores,
caricias, besos y abrazos.

Están allí, sin búsquedas de verdades, sin los extremos.
Estarán para ser vistos mientras miremos, si lo miramos.

Pasaremos otras veces dando vueltas ovilladas sobre esta superficie sin sentido, volveremos a preguntarnos, dominándonos, recreando el desequilibrado equilibrio,

y seremos leves y fugaces, una vez más, enredados.

©Pablo Rego (Dic. 2005)