martes, 29 de enero de 2008

Agrio Silencio (Poesía XXIV)


 

Agrio silencio

 

Tengo un mensaje para ti,

palabras que he dicho muchas veces hoy,

pero debo callar y no sé cómo,

es necesario un silencio que me ahoga y te aleja.

 

Porque mis señales se vuelven proyectiles,

mis deseos se mezclan con los tuyos,

tus sospechas se transforman en certezas

y se gestan huracanes, todo vuela... y mi cabeza.

 

He visto ante mis ojos el devastador efecto de mis holas,

el silencio que sucedió a mis tormentas,

las piezas del juego caídas levantándose otra vez,

un mar de corazones escondido en el silencio.

 

Ascienden las palabras por mi pecho,

se ahogan en mi garganta rígida,

se mueren en mi boca cerrada por precaución

y regresan al estómago, y regresan a mi boca...

 

Trágicas, dramáticas, ridículas escenas

se recrean en mi cine de espectador solitario,

llantos absurdos, cálculos intrascendentes,

caricias de lenguas bífidas, y horrores mentales varios.

 

Los sueños despiertos por mis dichos

se volvieron catacumbas del cariño,

y mis manos se quedaron con la muerte del vacío,

y mis besos huérfanos de amor.

 

El cristal de las vidrieras tiembla otra vez,

mi puño, mis puntapiés, mi explosión, mi destino

me empuja contra el vidrio que sé que estallará,

pero algo dice en mí: “que sea en silencio”

 

Tengo un mensaje para ti,

pero debo callar y no sé cómo.

 

Pablo Rego ©2008

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