viernes, 5 de noviembre de 2010

Poesía XLVI

Percibo, luego existo.

Vivo de sensaciones.

Cuando vuelo hacia lo eterno,

después del viaje al mundo de las cosas

regreso siempre al espacio de las cuatro miradas, de la luz.


Así sé; puedo ver los colores en las cosas,

sentir el sabor y el tiempo sin tormentos,

puedo conectar con todo sin euforias, ni túneles escapatorios;

me recuerdo dando una nueva vuelta en mi espiral.


Entonces veo, entonces creo, entonces brillo con mi propia luz;

se empequeñecen los proyectos en la vieja tierra;

se multiplican los caminos en el sutil mundo de propósitos galácticos

volviéndose  verdaderos a los ojos capaces de ver la verdad del corazón.


Las sensaciones quieren decir otras cosas;

son percepción, son luz, son silencios e inocencia,

más allá de lo que toco con mis manos niñas,

en la realidad que trasciende lo que pienso con mi mente inútil.


Crece así la fe, la sabiduría que habita en todos un poco,

aumenta la confianza en lo ingobernable, la certeza en la conexión,

vuelve a impulsarse lo sencillo y lo profundo,

se manifiesta sonriente el alma y se libra.


Te encuentro en el horizonte para dar la vuelta al mundo, al sol, a la galaxia.

Te encuentro en los puntos de luz sobre nosotros,

sobre los planetas, para ser Uno, para ser todos,

otra vez… hasta quedarnos sin dudar…

Pablo Rego - ©2010

martes, 3 de agosto de 2010

Poesía XLV

Dominique


 


Tu nombre me resuena desde antes de verte por primera vez,


como la brisa indomable del espíritu libre de todos los seres,


y te quiero tanto que no veo en vos aquello se impone sin preguntas,


tu vuelo de mariposa, las alas que te llevan junto a las rutas de tu camino,


mientras me toca aterrizar -en este tiempo- viéndote desde el asfalto frío.


 


Los límites no existen para este amor,


ni las comparaciones ni los pensamientos.


Estás entre mis cosas aunque no estés,


estás en mis sueños hurgando como un ratoncito en mi cerebro,


están ahí todas tus miradas, las de antes y las de ahora.


 


Tu nombre llega a mí desde mis años tiernos;


como el bastión de mis luchas, la esperanza del amor, la inocencia verdadera;


y es también orgullo, alegría; y fue la pena compartida de una distancia odiosa…


y también en un silencioso vacío que aprendo a aceptar…


como el medio en el que flotan los planetas,


cuando la distancia tiene sentido


para que todo siga siendo en su mágico equilibrio.


 


Se va la niña, pequeña, preguntona, inquieta.


Se va la compañera incondicional, la primera.


Se envuelve en la crisálida para volver volando por los altos cielos de la vida,


por los que deseo lleguen a ser plenos, enormes e infinitos,


para tu corazón alegre, parar tu razón imponente, para tu plenitud.


 


Mis manos vacías de tus pequeñeces se inquietan al sentir el aire de tu ausencia,


mi corazón sabe que el tiempo talla las mejores obras y espera,


mi ilusión paterna quiere iluminar caminos, construir refugios,


saber y conocerte más, aunque cueste acomodar las velas en este viento de cambios,


cuando es hora de permanecer en tierra viéndote zarpar con tu navío nuevo.


 


Los límites no existen para este amor,


ni las comparaciones ni los pensamientos.


Estás entre mis cosas aunque no estés,


estás en mis sueños hurgando como un ratoncito en mi cerebro,


están ahí todas tus miradas, las de antes, las de ahora y las de siempre.


 


Pablo Rego - ©2010


 

sábado, 29 de mayo de 2010

Poesía XLIV


  


Ensueño de luz.


 


Tímidos susurros de un no sé qué se olvida de sí,


de un canto a la vida que se canta a sí mismo en la luna nueva.


 


Estrellitas de flamas pequeñas, de luces calientes, fulgor del vacío,


canciones de todos que se han compartido en diferentes eras,


inundan ardientes  colores bronceados de luces de velas,


florido el suelo, invisible afuera, sabrosa sustancia, real y preciosa.


 


Descienden a esta efímera presencia los dioses sonrientes,


porque quieren ser bien recibidos jugando a la danza,


danzando al presente, volando sin anclas,


sonriendo a las manos abiertas, que luzcan teñidas


de corazón sensible, de amor sin receta, del todo y la nada.


 


Porque yo soy todos,


porque el universo no habla sin que nadie escuche;


cuando los estados incondicionados emergen del fondo de los corazones


se escucha la música que está en todas partes,


se estremece el alma, se expanden los cuerpos, se ordenan los cielos…


 


La mar está en calma mirando la noche,


el tiempo se ha ido, se volvió infinito,


el mundo se aquieta y brillan los ojos,


las olas son manos, son cuerpos, son vida,


y todo se enciende en los corazones,


se encienden las bocas, los labios, las risas…


 


Luz de horizonte cercano.


Un mañana de amanecer silencioso


Ilumina el mundo,


calienta las almas…


 


 Pablo Rego - ©2010

martes, 27 de abril de 2010

Yoga


En este último tiempo mi atención estuvio completamente atraída por mi regreso a Buenos Aires, Argentina, el reencuentro con todos y con todo y la instalación de mi nuevo estudio de Yoga ubicado en Barrio Norte, en la Ciudad de Buenos Aires. http://www.yogasinfronteras.com.ar


Los días van pasando y el camino cambia de color, cada uno en su rutina, todos yendo y viniendo por sus propios objetivos, deseos y necesidades; también yo que aquí estoy ahora comenzando una nueva etapa en Buenos Aires.


Pronto más poesía y literatura!!



jueves, 7 de enero de 2010

Poesía XLIII


 


En la rama…


 


Veo en tus ojos la búsqueda de algo trascendente,


de una cumbre imponente destacando sobre el resto,


un tornado solitario engulléndolo todo en pleno campo,


un grito desgarrado en la silenciosa madrugada.


 


Eso que a veces ves, entre mis dichos inconscientes


que me recorren como fantasmas vigilantes


señalando el momento de actuar, de salir,


de convertirse en letras y mostrarse.


 


Siento en tu contacto a la emoción,


el deseo de encontrar sales y condimentos


para tu sopa de señales intensas y estimulantes


entre el tedio sin sentido de los días recurrentes.


 


Sé que encontrar una brisa de calma


o un sol de bienestar transformado en palabra


llamará al silencio proponiéndote otro paso,


invitándote a cerrar la puerta de este armario fluyente.


 


Hoy, que tienen franco mis demonios,


un rayo de sol sale por mis dedos hacia tus ojos,


transitando el camino recorrido muchas veces,


deseosos de ser cicatrizantes, cálidos y abrazadores.


 


Y si estás posando tu mirada como un pájaro


en la rama de mis letras hoy,


recibe mi mensaje de amor universal y trasparente


y quédate sin prisas entre las hojas


hasta que sea tu inquietud quien te invite a reemprender el vuelo.


 

Pablo Rego - ©2010