martes, 21 de marzo de 2017

Llueve (Poesía en prosa)

Mientras ocupaba gran parte de mis días en realizar tareas altamente prácticas y reordenaba mi mundo emocional, la lluvia de mayo en Madrid me conectó con la esencia del agua, con la bendición del alimento, con la purificación del cuerpo y el alma.



Llueve

Cae eternamente el rocío vivo desde las alturas… y reviven los sonidos claros e inequívocos del tiempo eterno. Revive también el aroma de la tierra, la esperanza de las flores, de los simples y grandiosos animales, de los peces…

la vida tiene ese sonido que de a uno tintinean contra el polvo, los tejados, las piedras, las hojas de las plantas. Brilla el suelo, se desploma la prisa (después de las prisas por las calles), cambia el tiempo en los relojes, nutren las capas minerales el torrente viviente que discurre por entre los campos y debajo de las avenidas.

Ese aroma, ese sonido, el proceso del río, la vida de los mares, el castigo a la inconsciencia humana, se suman desde el tímido rocío, desde el cúmulo de nubes, desde el blanco, o el gris, o los rosados rojizos amarillos de los atardeceres.

Rugen las alturas, se abren los cielos, canta la naturaleza con voz intensa…  que despierten los vivos… que se acunen los que pueden dormir la siesta…

Sigue el tiempo sin tiempo alimentando pacientemente el decurso de las olas sin mar, del frío sin pieles, de la gota que atraviesa su presente individual integrándose en el medio del sentido de su andanza.

Cae el alimento sagrado de los suelos, revive todo, suena todo, se hace presente el mundo que fu siempre con todos.


Llueve.

Pablo Rego
©2008 - Sevilla la Nueva - Madrid - España

sábado, 4 de marzo de 2017

Ego (poesía)


Este es un texto poético que escribí en 2002. Quizá no tenga la estética que más me gusta, viéndolo desde la perspectiva de quince años más adelante. Pero vale la intención, la fuerza del descubrimiento que viví por aquellos tiempos. Vale también lo que dice, porque habla sobre algo que hay que aprender a moderar y que ante nuestras distracciones puede escaparse y crear un mundo propio que nos destruye como seres humanos, atentando contra la salud de la creatividad y el amor.

Ego

Inconscientes montañas de huesos.
Mínimos seres ensombrecidos por la eternidad.
Imágenes verdaderas exaltan la comprensión.

El día y la noche existirán
más allá de tus esfuerzos…

Difícil es cargar con el monstruo,
alimentarlo, llevarlo contigo siempre;
y a medida que pase el tiempo
perecer bajo su peso.

¿Por qué crees que necesitas
engrosar la piedra que te aplastará?

El sin sentido de mostrar,
de mirarnos en el deforme espejo
de lo bajo y lo inmediato.
Locas corduras de humanos miopes.

Estar liviano para crecer
es degradar a la espada
que nos apunta desde arriba
para ser nada y ser todo.

El nombre del planeta
es aprehensión del hombre
y la celeste trascendencia
excede nuestro límite.

No muestres ni demuestres,
no te compares, no te vendas,
mírate sin las gafas de los otros
y relájate en el goce de la existencia.

La ambición tapa la miseria,
las metas del ser-engranaje
disimulan lo pequeño
y ocultan la utopía del amor.

Atrévete a saltar ahora…
y a salir del hueco del murciélago.

Pablo Rego - ©2002