He visto el resplandor más de mil veces
con estos ojos y sin ellos,
he viso el horizonte desde lejos y el sol poniéndose en
mis sueños
Soy testigo del silencio cuando las nubes abren paso a la
consciencia
cuando más allá de los oídos
el sonido es movimiento y no ruido
Las paredes construidas en mi mente
van formando laberintos,
confusión del andar de los caminos, entre lunas de ensueños
y misterios
Entre el humo de creencias demolidas
los ladrillos ideados van cayendo,
contemplando el más acá y el más allá el pasado se hace
leve en el silencio
El latido de luz del corazón
atraviesa pulsando por mi calle,
llevándose a su paso el torbellino que oscurece la
percepción de mi destino
La Matriz es un monstruo invisible
que mantiene a las mentes atrapadas
que refleja hasta el cansancio las ficciones la cruel ceguera
compartida
Se repite la fórmula del tiempo,
la cuenta cotidiana de la eternidad
tomando las medidas de lo eterno desaparecen el cielo y
el presente
Mientras nado entre corrientes pedregosas
sé que existe el ritmo exacto,
el perfecto fluir en la materia del río que me lleva el
océano de plenitud inevitable
El amor es una balsa,
un traje de delfín habilidoso,
la respuesta del salmón, la intuición, una burbuja brújula
de luz
Los muros caen de olvido,
la fuerza que me lleva a la prisión de mi yo
se rinde ante la creatividad, veo desde el centro, sigo
todos los caminos en Uno
Los días son semanas o minutos,
los abrazos conexiones ciertas con la unión,
los ojos abiertos son mensajeros del alma del Universo que
derrota al tiempo
Incansable en sus señales
la consciencia dibuja puentes donde creo nada,
enciende hermosas lucecitas que no veo o veo sabiendo que
lo sé, o no sé nada
Eternamente la luz
al final se manifiesta, siempre,
el camino se ilumina, el amor se hace presente, amanece
Con la mente, con las dudas,
con la gratitud por percibirlo, con la alegría de
compartir,
el universo toca su música en mí y resueno en el camino
El escenario se desarma
se expande hasta el infinito la existencia
nada es todo, la sonrisa crece y sé que estoy en el
sonido siempre
Alma con tu alma,
aprendiendo a ser más alma
cada día en mi nave de tiempo, en mi yo, que no descansa.
Pablo Rego ©2013
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