Rescate
Silenciosas las
neuronas van tejiendo redes,
el espacio cambia,
las cabezas de los pequeños dragones se alejan cada vez más,
se pierden de mi
centro de gravedad, dejan de recordar el punto de partida.
Es un viaje de ida
que siempre contempla una vuelta,
es un impulso que
va alimentándose con energías íntegras del Universo,
poderes celestiales
que pueden elevar el brillo o hacer desaparecer el mundo.
Fuerzas contenidas
claman por surgir de su prisión
y la distracción de
la sencillez, de lo bajo, de lo puro,
abre las puertas
para que el flujo latente de silencios y de olvidos se manifieste.
La realidad se va
pintando con el filtro de las emociones,
la acuarela de la
vida puede parecer lo uno o lo otro, sólo parece,
y la imagen de lo
creado a mi alrededor puede ser desconcertante, laberíntica.
Laberintos varios
he transitado en el pasado,
y siempre hubo
soles y lunas, letras y estrellas que guiaron mi camino,
hojas blancas que esperaban a que saliera para
entregarse en un abrazo luminoso.
Los días en la
mente son instantes en el alma,
suelto las pruebas
de la tierra para elevarme sutilmente,
y vuelvo a conectar
con la mirada grande, a encontrar la guía, a liberar palabras.
Descienden miles de
rayos de certeras luces
que me llevan a un punto
suspendido en el Todo
en donde cambia el
brillo de las cosas, en donde el milagro me alcanza y me conmueve.
Es un sol, es un
espacio, un abismo superado,
es un mar sin
horizonte que se vuelve un cielo claro,
es el agua que
sonríe, es el alma que al fin fluye, es presente,
hoy igual que
siempre,
una eternidad sin
prisas,
No hay comentarios:
Publicar un comentario