por Pablo Rego
A veces... que no
fluya es la forma de fluir.
La existencia es un
amplio concepto y una realidad sin construir,
las certezas son ilusiones
que se desdibujan,
que intentan trazar
líneas en caminos intransitables.
La fuerza que
empuja al universo a su equilibrio
pasa por mis manos,
por mis mandíbulas inocentes.
Las energías del
día y de la noche,
del sol reflejado
en la luna,
de la tierra ensombrecida
por el sol,
pintan mi cara de
contrastes que trascienden mis razones.
Son infinitos que
no alcanzo,
lugares en los que
he estado y estaré,
pero en este cuerpo
que hoy habito
soy un ínfimo testigo
observando avatares sin querer.
Los ciclos
preexistentes nos contienen,
mientras creemos
alcanzar las manos que no nos tienden,
los impulsos se
contradicen con las inercias,
los deseos chocan
con los sino de los planetas y las estrellas.
Abro mi mano y
suelto,
suelto y respiro,
respiro y dejo que
el Universo me llene de presente.
La energía me
atraviesa
y mis partículas corpóreas
se funden con la luz.
Fluir, una vez más,
dejar ser para que exista el tiempo de sentir,
para que llegue
otra vez el momento de hacer lo necesario.
©Pablo Rego - 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario