¡Feliz 2007! Si cabe la utopía...
Un día serán la libertad
Si lees esto es porque uno de tus segundos se ha enganchado
en una astilla de la existencia,
astilla de poeta clavada en el cuerpo de un día cualquiera.
Un día mis letras serán la libertad, lo sé,
probablemente muerta en mí, probablemente viva en otros,
pero recibirán el aire fresco de mi claridad aún oscura.
Una mañana cualquiera de las que todos se alegran
es para mí un amanecer prisionero en las mazmorras del tiempo
y mis palabras mudas arden en el recuerdo de un cuerpo de ayer.
El tiempo de callar, el tiempo de sentir, el tiempo de no hacer
confunden a los ojos que intentan ver mi movimiento
y enmudecen de sonrisas mi pecho reincidente de dolor.
Hoy están abiertas las cicatrices,
esta mañana fría de enero es como el día de mi condena
como lo han sido otros, una condena indefinida pero segura.
Mientras tanto la ceguera del mundo que elige ignorar
nos mata despaciosamente (sin apuros, pero a sabiendas),
nos acalla, nos ignora, nos divide y nos devora.
Hoy quería escribir que la belleza vale la pena,
que los ojos profundos me invitan al amor,
que tu boca, que la tuya, que la tuya,
es sinónimo de colchones de plumas en los que poder retozar.
En este frío granito de esta mesa improvisada
un esclavo delira despierto su sueño de amor
preguntándose por estúpidos teoremas del destino
mientras el taxímetro del día aprieta cuellos y extirpa sentimientos.
Seremos otros, seremos números ignorados, seremos humanos
siempre resurgiendo en la muerte que dejamos un domingo
corriendo hacia el deseo, escapando del olvido,
llorando letras o silencios que un día serán l libertad,
lo sé.
Pablo Rego - ©2007
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